Y entonces, de repente, te ríes mientras te doy un besito, una risa pequeña se te escapa, de pura alegría, y entonces me digo a mi misma que te quiero, que te quiero mucho.
Te iba a decir que me encantas cuando sonríes, pero entonces me he dado cuenta de que no te he visto sin sonreír nunca.
Y me siento afortunada, mucho. Porque verte crecer es un privilegio y crecer contigo, un milagro hermoso. Y así como yo nunca te elegí, ni tú a mi tampoco, seguiría eligiéndote todos los días.
¿Sabes porqué pequeño?
Porque adoro esa sensación de que aunque no estemos haciendo nada, no querría estar en ningún otro sitio. Solo contigo.
¡¡Me declaró adicta a ti!!
Si a ti. A nuestros momentos, al brillo en tus ojos incluso cuando bajo las persianas de tu habitación, a tu locura, a tus mil sonrisas, a tu pelo loco, a todo aquello que huele a ti.
Porque tú y yo no somos dos, somos mayoría
~Te amo hijo~
No hay comentarios:
Publicar un comentario