Por lo visto, está en la naturaleza humana evitar cambiar hasta que las cosas se ponen feas y nos sentimos tan mal que ya no podemos seguir como de costumbre. Esto es cierto tanto a nivel individual como social. Tenemos que sufrir una crisis, un trauma, una pérdida, una enfermedad o una tragedia para ponernos a analizar quien somos, qué estamos haciendo, cómo estamos viviendo, qué estamos sintiendo y en qué creemos para cambiar de verdad.
Tiene que darse la peor situación posible para que empecemos a hacer cambios positivos para nuestra salud, relaciones, profesión, familia y futuro.
¿Porque esperar a que esto ocurra?
Podemos aprender y cambiar a un estado de felicidad e inspiración. Concienciarnos de que el cambio será incómodo, tendrá inconvenientes .. pero os prometo que merecerá la pena.
¡Hazlo!
-El momento es hoy-

No hay comentarios:
Publicar un comentario